Las aftas orales son úlceras dolorosas que aparecen en las superficies mucosas de la boca. Son muy frecuentes en la población general y, en la gran mayoría de los casos, aparecen en individuos sanos. Solo una minoría podrían estar relacionadas con otras alteraciones, enfermedades o infecciones.
Las aftas pueden aparecer de forma espontánea, o en relación con múltiples factores, tales como la menstruación, el estrés, los traumatismos o incluso al dejar de fumar. La predisposición genética también puede jugar un papel en el desarrollo de este tipo de lesiones.
Tipos de aftas orales
En función de su aspecto y duración, dividimos las aftas orales en tres subtipos:
– La aftosis oral menor es la más frecuente, suponiendo el 80% de los casos. En ella observamos pequeñas úlceras con el centro blanco y los bordes rojos y bien definidos, y de tamaño menor a un centímetro. Se curan por completo en 7-14 días. Estas aftas suelen aparecer en brotes desde la infancia o la adolescencia. Con la edad, los brotes se van haciendo menos frecuentes.
– La aftosis oral mayor supone el 20% de los casos de aftosis oral. Las úlceras son dolorosas y similares a las anteriores, pero con tamaños de entre uno y tres centímetros. Pueden tardar más de seis semanas en curarse por completo, y en algunos casos pueden dejar cicatrices. Suelen aparecer en brotes desde la infancia o la adolescencia.
– La aftosis oral herpetiforme es mucho menos frecuente, abarcando solo el 10% de los casos. Aparecen decenas de aftas de uno o dos milímetros de tamaño, agrupadas, que curan en una o dos semanas. Pueden confundirse con infecciones por el virus herpes simple.
¿Cuándo debo consultar?
En algunos casos estará indicada una evaluación por parte de tu médico, para confirmar el diagnóstico (no todas las úlceras en la boca son aftas) y descartar que no haya alteraciones acompañantes o enfermedades asociadas. Esta evaluación se realiza principalmente cuando aparecen las aftas por primera vez (sobre todo en personas adultas), si aparecen úlceras en otras mucosas como la genital, o si se acompañan de síntomas como fiebre, pérdida de peso o cansancio, entre otros.
Además, deberás consultar con tu médico, dermatólogo u odontólogo siempre ante cualquier úlcera o lesión dentro de la boca que dure más de dos semanas sin curarse.
Si tienes brotes de aftas orales con mucha frecuencia, consulta con tu médico para saber si está indicado algún tratamiento que pueda disminuir el número y la duración de los episodios.
¿Cómo pueden tratarse las aftas orales?
En la actualidad no disponemos de ningún tratamiento que cure las aftas. Las opciones disponibles buscan aliviar los síntomas, facilitar la curación de las lesiones y, en algunos casos, intentar disminuir la gravedad y frecuencia de los brotes.
En todos los casos de aftosis oral recomendaremos evitar los factores desencadenantes como los traumatismos o el estrés, en la medida de lo posible. Es importante mantener una adecuada higiene oral, usando un cepillo de dientes suave, dentífricos que no contengan lauril sulfato de sodio (sodium lauryl sulfate) y enjuagues bucales sin alcohol.
En la farmacia tendremos disponibles geles, aerosoles y colutorios con ácido hialurónico y agentes calmantes que ayudarán a disminuir las molestias.
En los casos en los que esté indicado, tu médico o dermatólogo puede prescribirte tratamientos tópicos tales como anestésicos, corticoides, sucralfato o tetraciclina en excipientes adecuados para su uso en la mucosa oral.
Excepcionalmente, en casos graves y seleccionados, pueden ser necesarios medicamentos sistémicos como los corticoides orales, la colchicina u otros.
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