¿En qué consiste la polución exactamente?
Con la industrialización, las ciudades se han superpoblado y los seres humanos hemos causado un enorme impacto en el aire, el agua y el suelo que habitamos, contaminándolos con diversas sustancias tóxicas. En concreto, la polución (contaminación aérea) ha llenado nuestro aire de sustancias tóxicas que derivan de la combustión de energías fósiles (como el carbón, el gasoil y la gasolina). Las emisiones de los coches, las calefacciones y las chimeneas de las fábricas son los responsables la gran masa de humo que envuelve nuestras grandes ciudades en los días laborables. A estos tóxicos disueltos en el aire hay que añadir el efecto nocivo de los rayos ultravioletas procedentes del sol que no son filtrados adecuadamente por el ozono, que tiene zonas más débiles (el denominado “agujero de ozono”). El daño específico de la contaminación ambiental depende de nuestra salud, del tipo de tóxico ambiental, y de la intensidad del contacto con el aire contaminado (concentración del tóxico y duración de la exposición).
- ¿Cuáles son los efectos de la polución en la salud humana y la piel?
El cuerpo humano tiene una extensa superficie de interacción con el medio ambiente, por lo que la contaminación ambiental va a repercutir directamente sobre nuestra salud. De hecho, la polución provoca la muerte de miles de personas por culpa de enfermedades pulmonares y tumorales.
Desde el punto de vista dermatológico, la polución altera la barrera cutánea y contribuye al envejecimiento cutáneo, la aparición de manchas pigmentadas, el desarrollo de cáncer, y el agravamiento de enfermedades inflamatorias de la piel como el acné o la dermatitis atópica.
- ¿Qué puedo hacer para proteger mi piel de la polución?
- Haz una rutina de higiene diaria que elimine los tóxicos que han quedado retenidos en tu piel
- Utiliza un limpiador suave cada mañana aplicándolo con las manos o con una toallita
- Repite esta rutina cuidadosamente antes de acostarte para retirar los restos de maquillaje y las partículas tóxicas de la polución que se hayan quedado retenidas en la piel.
- Repara tu piel con hidratantes adecuadas. Muchas de ellas llevan productos antioxidantes como la vitamina C, el coenzima Q10 o el resveratrol que ayudan a reparar el daño inducido por la polución.
- Protege tu piel del sol adecuadamente con protectores solares de amplio espectro (contra las radiaciones UVA y UVB) y con un FPS > 30
- Bebe abundante agua (al menos 2 litros al día) para diluir las toxinas que pasan al torrente sanguíneo
- Haz una dieta rica en antioxidantes. Los antioxidantes neutralizan los radicales libres (productos tóxicos procedentes de la polución) que acceden al cuerpo. Los antioxidantes más potentes que podemos encontrar en la dieta son la vitamina C, la vitamina B3, y la vitamina E, así como los carotenos, y los Omega-3. Es decir, come fruta, vegetales, granos integrales, legumbres, aceite de oliva, y pescado azul.
La polución juega un papel importante en el desarrollo de enfermedades muy comunes, como los problemas respiratorios e incluso el cáncer, y la piel no es una excepción. Por eso es importante incorporar estrategias de prevención de los daños inducidos por la polución en nuestras piel desde que somos jóvenes, y hacerlo de manera continuada a lo largo de nuestra vida.