Síndrome de la clase turista o trombosis del viajero: Qué es, Qué síntomas produce y cómo podemos evitarlo.

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Vida saludable

Durante el verano, el número de viajes largos en avión, coche, tren y otros medios de transporte aumenta de manera significativa. ¿Sabíais que esto en sí mismo es un factor de riesgo para presentar una trombosis venosa profunda?

Este síndrome es una enfermedad muy común que consiste en la oclusión aguda de las venas del sistema venoso profundo de las piernas, ocasionada principalmente por los períodos largos en reposo asociados a los viajes, en los que existe una escasa movilidad de las extremidades inferiores.

Normalmente los síntomas se manifiestan durante el viaje o en las horas inmediatamente posteriores y son los propios de una trombosis venosa: dolor e inflamación de la extremidad, enrojecimiento y aumento de temperatura. En los casos más graves, este trombo puede desprenderse de las venas de las extremidades y migrar al pulmón, lo que llamamos un tromboembolismo pulmonar. Los síntomas de esta patología son la falta aguda de aire, dolor en el pecho, taquicardia y en los casos más graves pérdida de conocimiento.

Ante estos síntomas, siempre debemos acudir a nuestro centro médico de referencia (ya sea en nuestro lugar de origen o en un centro con cirujano vascular en el lugar de destino) para una correcta evaluación y estudio con ecodoppler, que nos permita el diagnóstico de certeza y tomar las medidas necesarias para evitar que este cuadro empeore.

Este síndrome se denominó ‘’de la clase turista’’ porque es especialmente frecuente en los aviones, donde además del reposo prolongado coexisten otros factores como cambios de presión barométrica y mayor tendencia a la deshidratación, si bien puede producirse en cualquier medio de transporte.

Existen otros factores que, asociados a la inmovilidad de las extremidades, pueden aumentar el riesgo de padecer una trombosis durante un viaje, como son los trastornos congénitos de la coagulación, terapia hormonal sustitutiva y anticonceptivos, cáncer activo, obesidad, cirugía o traumatismo reciente, infección activa por Covid-19, edad avanzada…

¿Qué medidas podemos adoptar para prevenir este síndrome?

  1. Deambular durante los viajes largos (en el caso del tren o el avión) y realizar paradas ocasionales en carretera.
  2. Realizar ejercicios de flexo-extensión de la zona de los gemelos mientras estemos sentados.
  3. Uso de medias de compresión durante los trayectos largos. Las medias de compresión van a prevenir el edema de los miembros inferiores tras los viajes, motivo frecuente de consulta.
  4. Hidratación adecuada.
  5. Evitar ropa ajustada que dificulte el retorno venoso. Escoge prendas holgadas.
  6. En los casos en los que coexistan otros factores de riesgo de trombosis ya mencionadas, consulta con tu cirujano vascular, quien valorará la necesidad de pautar medidas adicionales, como la heparina de bajo peso.

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