Las arrugas son una parte inevitable del proceso de envejecimiento, pero gracias a los avances en la medicina estética, ahora podemos abordar tanto las arrugas de movimiento como las arrugas en reposo con la ayuda de la toxina botulínica, que además , al mejorar la vascularización de la piel , le proporciona un aspecto más suave y brillante.
En este artículo, responderemos algunas preguntas comunes sobre cómo funciona este tratamiento.
1. ¿Qué son las arrugas de movimiento y las arrugas en reposo?
Las arrugas de movimiento, también llamadas arrugas dinámicas o de expresión, son aquellas que se forman debido a la actividad muscular, como las líneas de la frente al fruncir el ceño o las patas de gallo al sonreír. Por otro lado, las arrugas en reposo, también conocidas como arrugas de rotura dérmica, son pliegues que se presentan en la piel debido al envejecimiento, la pérdida de colágeno y la exposición al sol.
2. ¿Cómo actúa la toxina botulínica en las arrugas de movimiento?
La toxina botulínica actúa bloqueando temporalmente las señales nerviosas que hacen que los músculos faciales se contraigan. Al relajar estos músculos, se suavizan las arrugas de movimiento, suavizando los gestos de cansancio, de estrés, de preocupación o de envejecimiento.
3. ¿Puede la toxina botulínica mejorar las arrugas en reposo?
Sí, la toxina botulínica también puede mejorar las arrugas en reposo. Aunque no actúa directamente en la piel, al reducir la actividad muscular, permite que la piel tenga la oportunidad de repararse y regenerarse con el tiempo. Esto significa que, con tratamientos regulares, las arrugas en reposo también se ven mejoradas, lo que da como resultado una apariencia general más joven, hidratada y descansada.
4. ¿Cuánto tiempo dura el efecto de la toxina botulínica?
El efecto de la toxina botulínica generalmente dura de 3 a 6 meses, dependiendo de la persona y el área tratada. Es importante comprender que el efecto no es siempre el mismo. Las primeras semanas el efecto es más intenso y progresivamente se va perdiendo.
5. ¿Es seguro el tratamiento con toxina botulínica?
Cuando se administra por un profesional médico calificado, el tratamiento con toxina botulínica es seguro. Los efectos secundarios suelen ser leves y temporales, como enrojecimiento o hinchazón en el lugar de la inyección, o algún hematoma que se resuelve en pocos días.
En conclusión, la toxina botulínica es un tratamiento versátil que no solo corrige las arrugas de movimiento o dinámicas, sino que también mejora las arrugas en reposo o rotura dérmica, la vascularización cutánea y el aspecto, mejorando la textura, el poro y la luminosidad de la piel.